Purificadores de aire y virus SARS-CoV-2: Análisis de filtros HEPA como método de vigilancia

    Investigadores de Castilla-La Mancha lideran el desarrollo de un método de detección del virus SARS-CoV-2 en ambientes seguros, basado en el análisis de los filtros HEPA que contienen los purificadores de aire, que disminuiría los costes económicos del análisis individual y agilizaría el proceso diagnóstico de la infección por COVID-19.


    En marzo de 2020, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró oficialmente la pandemia mundial COVID-19, una infección viral altamente transmisible causada por el coronavirus del Severe Acute Respiratory Syndrome coronavirus 2, más conocido como SARS-CoV-2. En España, 7 meses después de hacer oficial la pandemia y de un largo y riguroso confinamiento, los colegios y guarderías volvían a abrir sus puertas, siempre bajo estrictas medidas sanitarias para evitar posibles brotes y contagios. Entre estas medidas se encontraban el frecuente lavado de manos y el uso de gel hidroalcohólico, la limpieza periódica de superficies, la distancia física entre personas de al menos 1,5 m y el aumento de la ventilación de los espacios interiores mediante la apertura de ventanas y puertas.

    La mayoría de las medidas son fáciles de llevar a cabo, salvo una, la ventilación de interiores, que en muchos casos depende de las condiciones ambientales y la propia configuración estructural del edificio, lo que supondría una dificultad añadida para conseguir unos buenos niveles de ventilación en todo momento. Es aquí donde los purificadores de aire portátiles entran en juego, volviéndose necesarios e imprescindibles en aquellos interiores donde la ventilación es nula o escasa, como pueden ser las diferentes aulas y clases de colegios y guarderías o laboratorios de investigación donde la ventilación natural es inviable.

    Los purificadores de aire portátiles depuran el aire a través de varios filtros. Por lo general contienen un prefiltro para las impurezas de mayor tamaño, un filtro de carbón activo que limpia el aire de compuestos orgánicos volátiles y un filtro HEPA que sirve de barrera del 99,97% de todas las partículas y alérgenos que contiene el aire, incluyendo virus, bacterias, esporas de moho y polen, de tal modo que se pueda conseguir una ventilación artificial adecuada.

    Estudios previos ya demostraban que se podía detectar y monitorizar la presencia del virus SARS-CoV-2 en grandes espacios gracias al análisis de muestras ambientales recogidas mediante esponjas. Ahora, un equipo multidisciplinar de investigadores de diferentes instituciones, entre las que se encuentran el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM), el Centro de Atención a Personas con Discapacidad Intelectual Grave (CADIG), el Instituto de Investigación en Combustión y Contaminación Atmosférica (ICCA) y el Grupo de Investigación en Sanidad y Biotecnología (SaBio) del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC – CSIC, UCLM, JCCM), han desarrollado y validado un método de detección del virus SARS-CoV-2 en ambientes seguros, en los que únicamente se encontraban personas asintomáticas, analizando los filtros HEPA que forman parte de los purificadores de aire, con el objetivo de vigilar su presencia y detectar posibles nuevos brotes en espacios interiores en los que el virus se propaga con mayor facilidad.

     

    Marta Sánchez-Sánchez y Alberto Moraga-Fernández, investigadores del Grupo SaBio del IREC, procesando las esponjas y filtros HEPA obtenidos durante la campaña de estudio (Fuente: Diario La Tribuna de Ciudad Real).

    Para este trabajo se llevó a cabo una campaña de monitorización durante 13 semanas en 3 escenarios interiores diferentes, en los que se realizó semanalmente el análisis de los filtros HEPA como método de vigilancia para detectar la presencia de material genético (ARN) del virus SARS-CoV-2 mediante PCR. Entre los escenarios de estudio, todos en la provincia de Ciudad Real, se incluyeron una clase de un colegio de educación primaria (8 y 9 años), dos aulas de una guardería de niños (2 a 3 años) y una residencia sociosanitaria habitada por adultos. Los filtros HEPA de los purificadores de aire situados en esas estancias eran reemplazados de forma semanal, y posteriormente se analizaban con el fin de detectar la presencia de ARN viral del SARS-CoV-2. Junto con estos filtros, también se recogieron muestras ambientales de diferentes superficies de contacto habituales, como mesas, sillas y tiradores de puertas, para su posterior análisis de detección viral.

    Para la validación del método de estudio, antes de comenzar con el monitoreo de estos tres escenarios, se analizaron filtros de espacios similares a los incluidos en el estudio y en los que previamente se había constatado la presencia de alguna persona infectada con SARS-CoV-2. Tras la confirmación del caso, los filtros se recogieron 6 días después del inicio de la cuarentena de ese espacio y su cierre. Los estudios para la validación del método se llevaron a cabo tanto en aulas de colegio como en la residencia sociosanitaria de adultos. Como prueba de un control negativo se realizó de igual forma el análisis de filtros que no habían estado expuestos a aire interior, siendo en todos los casos negativos en la PCR. Los análisis de los filtros ubicados en espacios en los que había habido presencia de alguna persona infectada dieron resultados positivos en PCR en todos los casos, confirmando y validando así el método de estudio.

     

    Descripción gráfica del método desarrollado para evaluar la presencia del virus SARS-CoV-2 en escenarios interiores: en el aire mediante el análisis de filtros HEPA y en superficies mediante el análisis de esponjas.

    Durante la campaña de monitorización no se detectó ningún caso sintomático. Sin embargo, los resultados obtenidos en el muestreo de la primera semana mostraron un filtro HEPA positivo (con presencia de ARN del virus SARS-CoV-2) en la residencia sociosanitaria, lo que condujo a realizar pruebas diagnósticas individuales a los residentes y a todo el personal que tenía acceso al interior donde estaba instalado el equipo purificador de aire cuyo filtro HEPA resultó positivo, confirmándose un caso positivo asintomático de uno de los trabajadores.

    Cabe destacar que la presencia de esta persona infectada asintomática no habría sido constatada en ese momento inicial de la infección si no hubiera sido por la realización de este estudio, con las posibles consecuencias de contagio al resto de usuarios que compartían esa estancia de la residencia. Durante el resto de la campaña de monitoreo, ningún filtro ni esponja fueron positivos a la presencia del virus, tampoco se detectó ningún caso positivo en las personas que normalmente ocupaban los escenarios muestreados. Es importante señalar que el estudio comenzó después de la tercera ola, cuando la incidencia de la enfermedad era muy baja, no pudiendo iniciarse antes debido esencialmente a la demora en la obtención de las autorizaciones necesarias para realizar el estudio.

    El análisis de filtros HEPA puede predecir la presencia de casos asintomáticos y con ello controlar posibles brotes de SARS-CoV-2.

    Estos resultados sugieren que la vigilancia ambiental mediante el análisis de filtros HEPA podría contribuir a detectar y controlar brotes del virus en espacios interiores, disminuyendo los costes económicos del análisis individual y agilizando el proceso diagnóstico.

    El proyecto se ha desarrollado gracias a la colaboración pública y privada de la Diputación Provincial de Ciudad Real, las Delegaciones Provinciales de Educación, Sanidad y Bienestar Social, el Servicio de Microbiología del Hospital General Universitario de Ciudad Real, el Comité Ético de Investigaciones con Medicamentos, la Gerencia de Atención Integrada de Ciudad Real, el Ayuntamiento de Poblete, la Fundación Eurocaja Rural y la empresa Quantum Spain, junto con la colaboración de los participantes en el estudio (niños y residentes, sus tutores, profesores y trabajadores de la residencia de estudio).

    Puedes consultar la publicación científica de este trabajo de investigación en: