Confirmada la presencia de hantavirus, arenavirus y ortopoxvirus en zonas agrarias del noroeste de España

    Los hallazgos de este trabajo de investigación sugieren nuevos riesgos de transmisión viral de interés para la salud pública


    Un grupo multidisciplinar de investigadores de la Universidad de Valladolid (UVa) y del Grupo de Investigación en Gestión de Recursos Cinegéticos y Fauna Silvestre del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC – CSIC, UCLM, JCCM), en colaboración con investigadores de la Universidad de Helsinki y del Instituto de Microbiología de las Fuerzas Armadas alemanas de Múnich (Bundeswehr Institute), han confirmado la presencia de hantavirus, arenavirus y ortopoxvirus en micromamíferos de zonas agrarias del noroeste de España (Castilla y León).

    Estos tres virus son considerados zoonóticos, es decir, causantes de enfermedades transmisibles a las personas. Los hantavirus son virus ARN (usan el ácido ribonucleico como intermediario replicativo) transmitidos por roedores y otros micromamíferos que pueden infectar a humanos mediante la inhalación de aerosoles procedentes de los excrementos de dichos animales. Las variantes europeas causan fiebres hemorrágicas y daños en la función renal (síndrome nefrótico).

    Los arenavirus son también virus de tipo ARN. La transmisión a humanos puede producirse a través del contacto con fluidos de roedores. En las personas infectadas ocasiona síntomas leves similares a la gripe, aunque en algunos casos puede derivar en cuadros clínicos más graves causando meningitis. Por último, los ortopoxvirus son virus ADN que engloban varios tipos de virus de la viruela. En el ser humano, causan lesiones cutáneas que se manifiestan en forma de ulceraciones y ampollas en la piel. Pueden ser transmitidos directamente por contacto con animales infectados, principalmente roedores y gatos.

    Esta investigación ha revelado que los tres virus están circulando en los pequeños mamíferos silvestres más abundantes de estos ecosistemas agrarios, incluyendo el topillo campesino (Microtus arvalis) y otras especies con las que coexiste, como son el ratón de campo (Apodemus sylvaticus), el ratón moruno (Mus spretus) y la musaraña gris (Crocidura russula).

    Los investigadores encontraron infecciones por hantavirus exclusivamente en el topillo campesino, con un 1,5% de positivos entre los topillos analizados. Se detectaron resultados positivos para arenavirus en el 11,1% de las musarañas, el 5,9% de los ratones de campo y el 2,2% de los topillos campesinos. La infección por ortopoxvirus afectaba a casi la mitad de los ratones morunos (48%), pero también al 1,3% de los topillos.

     

    El topillo campesino (Microtus arvalis), el ratón de campo (Apodemus sylvaticus), el ratón moruno (Mus spretus) y la musaraña gris (Crocidura russula) son micromamíferos abundantes en los ecosistemas agrarios de Castilla y León.

    Los resultados de este trabajo tienen una gran relevancia puesto que sugieren nuevos riesgos de transmisión de virus zoonóticos en la región. En concreto, es la primera vez que se detectan en España hantavirus y ortopoxvirus en roedores, principales reservorios y transmisores de estos virus.

    De especial interés son los resultados encontrados en el topillo campesino, roedor en el que se detectaron los tres virus. En Castilla y León, este topillo es una especie que tiene fuertes cambios cíclicos en el tamaño de sus poblaciones, alcanzando altísimas densidades de hasta 1.000 individuos por hectárea durante los momentos de mayor densidad. Es en esos momentos cuando la cantidad de topillos infectados podría suponer un riesgo para la salud pública, como ya se sabe que ocurre con otras enfermedades como la tularemia (con brotes epidémicos cada 3-5 años simultáneos a los picos de densidad del topillo).

    Por otra parte, la alta tasa de infección de roedores por ortopoxvirus (especialmente, en el ratón moruno) supone un dato a tener en cuenta, dado el riesgo potencial de transmisión de este tipo de virus al ser humano. En Europa, el riesgo de infección por ortopoxvirus es cada vez más preocupante, debido a la inexistencia de vacunación contra la viruela entre la población menor de 45 años. Por su parte, los casos de infección por algunos tipos de hantavirus se están convirtiendo en algo muy frecuente en gran parte del continente europeo, lo que ha elevado su preocupación como zoonosis emergente.

    Los hallazgos de este trabajo pueden ayudar a mejorar las estrategias de vigilancia, diagnóstico y prevención de enfermedades emergentes en la región. No obstante, por tratarse de un primer análisis exploratorio, los resultados aún tienen que ser corroborados con estudios complementarios a mayor escala. De momento, lo que parece innegable es la presencia de estos virus en la fauna silvestre de los sistemas agrarios de Castilla y León.

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