La población de Ciudad Real presenta un riesgo bajo de padecer fiebre hemorrágica de Crimea-Congo

    Un estudio muestra que la población de Ciudad Real tiene un riesgo bajo de infección por el virus de la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo. Sin embargo, el virus y las garrapatas que lo transmiten son abundantes en los montes de la provincia, por lo que se recomienda precaución siempre que se vaya al campo para evitar casos de esta grave enfermedad.


    El virus de la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo (VFHCC) circula en la mayor parte de la mitad oeste de España, donde principalmente los ciervos y jabalíes, junto con garrapatas del género Hyalomma, lo mantienen activo. La Organización Mundial de la Salud considera la FHCC una enfermedad con potencial pandémico, y actualmente ya es una de las enfermedades infecciosas humanas emergentes más preocupantes en el viejo mundo.

    En España se han notificado 10 casos entre 2013 y 2021, 3 de ellos mortales. El virus, sin embargo, lleva presente en el país mucho más tiempo. Nueve de los 10 casos humanos declarados han ocurrido en Castilla y León (Ávila, Salamanca y León) y solo un caso en Cáceres, en Helechosa de los Montes, a escasos kilómetros del límite de la provincia de Ciudad Real.

    Estudios recientes del Grupo de Investigación en Sanidad y Biotecnología (SaBio) del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC – CSIC, UCLM, JCCM) encontraron que el VFHCC está muy presente en Castilla-La Mancha, particularmente en el oeste de Ciudad Real y Toledo, aunque no se han diagnosticado casos humanos hasta ahora. También detectaron el virus en garrapatas de estas zonas, lo que sugiere que la población humana de la provincia de Ciudad Real, especialmente la que vive en el oeste, puede estar en riesgo de infección por el virus si es picado por alguna de las garrapatas que lo transmiten.

    Es imprescindible, pues, evaluar en qué grado la población está expuesta al virus ya que la mayoría de las personas que se infectan no tienen ningún síntoma de la infección o tan sólo episodios de fiebre que desaparecen, pero el virus deja rastro en forma de anticuerpos. Cuanto mayor exposición, aún sin síntomas, más riesgo habría de que algunas personas enfermen, y puedan morir de FHCC. Un estudio de exposición permitiría informar mejor a la población de los riesgos y prevenir la enfermedad.

     

    A la izquierda, garrapata de la especie Hyalomma lusitanicum encaramada al extremo de una planta desde donde busca engancharse a un animal o persona que pase por donde está. A la derecha, garrapata enganchada al pantalón de uno de los investigadores del equipo de trabajo del artículo.

    Un nuevo estudio del Grupo Sabio del IREC, en colaboración con el grupo Virología Clínica y Zoonosis del Instituto Maimónides de Investigación Biomédica de Córdoba y el Banco de Sangre del Hospital Universitario de Ciudad Real, ha estudiado el grado en que la población de la provincia de Ciudad Real está expuesta al VFHCC, tratando de averiguar el riesgo general, pero también si existen diferencias entre las personas que viven en diferentes zonas de la provincia.

     

    Este mapa de la provincia muestra el número de donantes de sangre analizados por municipio en relación al riesgo de exposición al VFHCC identificado por estudios recientes del IREC. Los puntos amarillos señalan las zonas donde el virus se encontró en garrapatas.

    Los resultados, publicados recientemente en la revista Transboundary and Emerging Diseases, muestran que ninguno de los 1.348 donantes incluidos en el estudio presentó anticuerpos frente a VFHC, indicando que el riesgo de exposición al virus de la población está por debajo del 0,25%.

    Sin embargo, el estudio no descarta que puedan infectarse aquellas personas que trabajan en el campo, en zonas donde las garrapatas que transmiten el virus son abundantes y en las que hay evidencias de que el virus está presente. Ganaderos, cazadores, agentes ambientales, guardería de fincas cinegéticas e incluso senderistas, corredores de montaña o ciclistas, deben ser conscientes del riesgo cuando trabajen y/o practiquen algún deporte por los montes del oeste de la provincia.

     

    Garrapata de la especie Hyalomma marginatum que se ha enganchado en la pierna durante un muestreo de campo.

    Los autores del estudio recomiendan que cuando paseemos en primavera, verano u otoño por estas zonas de la provincia de Ciudad Real, siempre vistamos ropa protectora clara que permita ver bien las garrapatas para quitarlas, así como revisar bien la ropa y el cuerpo al volver a casa después de un día de campo.

    Puedes consultar la publicación científica de este trabajo de investigación en: