Optimización de los métodos de búsqueda e identificación de indicios de meloncillo

    Investigadores del IREC y de la Universidad de Málaga optimizan las metodologías para la detección e identificación de excrementos de meloncillo, un carnívoro en expansión en el suroeste de Europa.


    La única mangosta (Familia Herpestidae) presente de forma natural en Europa es el meloncillo (Herpestes ichneumon), que ocupa actualmente el suroeste de la Península Ibérica. El grueso de su distribución mundial ocupa gran parte del continente africano. Aunque todavía se debate en el ámbito científico si llegó a Iberia antes de la presencia humana, la diferenciación genética entre las poblaciones africana y europea apoyaría que podría haber cruzado de forma natural el estrecho de Gibraltar en el Pleistoceno. Sin embargo, la falta de registro fósil en la Península Ibérica –los restos más antiguos hallados hasta la fecha son de la época romana, hace unos 2000 años– apoyaría su introducción por el hombre. Independiente de cuál sea el origen de su presencia en Europa, el meloncillo se encuentra perfectamente integrado en nuestras comunidades faunísticas al menos desde siglos atrás.

    Desde las últimas décadas del siglo XX, el meloncillo está en expansión desde el suroeste de la Península Ibérica. Ha ocupado prácticamente la totalidad de Portugal y sus observaciones van siendo cada vez más frecuentes en áreas del centro y norte de Castilla y León y el este de Andalucía. Dado que es una especie de hábitos completamente diurnos, a diferencia del resto de carnívoros ibéricos, su observación a plena luz del día es frecuente, lo que contribuye a una percepción de alta abundancia y aumento poblacional. Por ello, desde los sectores cinegético y ganadero de algunas regiones se reclaman medidas para limitar sus poblaciones y detener su expansión, basándose en una percepción de gran impacto sobre las especies de caza menor.

     

    Meloncillo en su medio natural (Foto: Francisco Javier Gómez Chicano).

    Sin embargo, en Castilla-La Mancha se desconoce con precisión su distribución, si realmente está en expansión y cuál es el impacto sobre sus presas. Estos son algunos de los interrogantes que trata de responder el proyecto MELOCAM (“El meloncillo en Castilla-La Mancha: distribución, abundancia, tendencias poblacionales, efectos sobre sus presas y percepción social”; REF.: SBPLY/17/180501/000184), financiado por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y fondos FEDER de la Unión Europea. Para poder dar respuesta a estas cuestiones es fundamental disponer de metodologías que permitan detectar la especie de forma efectiva.

    Una de las herramientas más empleadas para el estudio de los carnívoros es la búsqueda, identificación y análisis de sus excrementos. Encontrarlos en el campo requiere un esfuerzo considerable y la identificación de la especie a la que pertenecen a menudo está sujeta a errores si no se emplean técnicas moleculares. Sin embargo, el alto coste económico que suponen estos análisis impide su uso en la mayoría de los estudios.

    Por ello, científicos del Grupo de Investigación en Gestión de Recursos Cinegéticos y Fauna Silvestre del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC – CSIC, UCLM, JCCM) y del Departamento de Biología Animal de la Universidad de Málaga, han desarrollado un trabajo de investigación para optimizar las metodologías para la detección y la identificación de excrementos de meloncillo, usando al zorro (Vulpes vulpes), un carnívoro abundante y ubicuo, como modelo comparativo.

     

    Letrina de meloncillo (Foto: MELOCAM-IREC).

    Concretamente, los investigadores se propusieron evaluar los siguientes aspectos: (1) la fiabilidad de la identificación morfológica de la especie en el campo (ID-campo), tomando como referencia la asignación a especie de cada excremento mediante técnicas moleculares; (2) si es posible mejorar la identificación mediante la detección en el laboratorio de pelos característicos de cada especie (ID-campo-lab); (3) si existen diferencias morfológicas entre los excrementos de las dos especies que faciliten su distinción; y (4) si dirigir las búsquedas de campo en determinadas estructuras lineales mejoran la detectabilidad de los excrementos de meloncillo.

    El trabajo de campo se realizó en dos zonas de ambiente Mediterráneo, una en el sur de Portugal y otra en Extremadura, donde se buscaron a pie excrementos de meloncillo y zorro a lo largo de dos tipos de estructuras lineales: (a) ecotonos entre vegetación densa (vegetación de ribera y matorrales) y áreas abiertas, y (b) caminos o pistas. La identificación de campo (ID-campo) tuvo una fiabilidad (% de aciertos con referencia a la identificación molecular) del 75.6% para el meloncillo y del 45% para el zorro.

    La mayoría de los excrementos asignados erróneamente en campo a meloncillo pertenecían a garduña (Martes foina; 50%), mientras que la mayoría de los asignados erróneamente a zorro (63%) resultaron ser de meloncillo. Tras la aplicación de métodos de laboratorio (búsqueda e identificación de pelos), la fiabilidad (ID-campo-lab) aumentó hasta el 93.1% para el meloncillo y hasta el 76.2% para el zorro.

     

    Pelos de meloncillo con las típicas bandas claras y oscuras alternando (Foto: MELOCAM-IREC).

    La morfología de los excrementos sólo difirió significativamente en el diámetro, siendo los excrementos de zorro más gruesos que los de meloncillo. Se encontraron más excrementos de meloncillo a lo largo de ecotonos (media ± error estándar: 4.05 ± 1.45 excrementos/ transecto) que a lo largo de caminos y pistas (0.05 ± 0.05), mientras que el número de excrementos de zorro encontrados no difirió significativamente entre los dos tipos de recorridos.

    Este trabajo demuestra que la aplicación de técnicas de laboratorio sencillas como la identificación de pelos de la especie en los excrementos, y focalizar la búsqueda a lo largo de ecotonos, permiten optimizar tanto la fiabilidad en la identificación como la probabilidad de detección de excrementos de meloncillo. Sin embargo, no debería descartarse la búsqueda de excrementos en otro tipo de estructuras si el uso o la selección del hábitat por la especie fueran los objetivos del estudio. Estos resultados pueden ser de gran utilidad para esclarecer la situación, tendencia y función del meloncillo en los ecosistemas y para estudios de otras especies de carnívoros en expansión.

    Puedes consultar la publicación científica de este trabajo de investigación en: