Márgenes de cultivo y control de plagas de topillo campesino: una cuestión de escala, fase del ciclo poblacional y estructura de la vegetación

    El estudio de la dinámica poblacional del topillo campesino a lo largo de dos ciclos multianuales muestra la importancia de las características de los márgenes o lindes de vegetación seminatural durante el pico poblacional, y revela la importancia de la escala a la hora de considerar este elemento en la gestión del control de plagas en agrosistemas intensificados.


    Los paisajes agrícolas simplificados debido a la intensificación de la agricultura son ambientes generalmente hostiles para la biodiversidad debido, entre otros factores, a la intensa fragmentación o destrucción de los hábitats naturales. Precisamente por ello, los parches de vegetación seminatural que persisten en los márgenes o lindes de los campos de cultivo se convierten en una especie de “oasis” para la supervivencia de muchas especies de fauna silvestre.

    Sin embargo, la presencia de estos reductos naturales podría tener una contrapartida negativa al afectar a la expansión de las plagas de topillo campesino (Microtus arvalis), la especie de vertebrado que mayores daños agrícolas produce en Europa, además de estar asociada a impactos socioeconómicos y sanitarios importantes cuando alcanza altas densidades poblacionales y se convierte en plaga.

     

    Las dinámicas poblacionales de los topillos se caracterizan por fluctuaciones cíclicas de densidad y abundancia, con picos o “estallidos” que generan situaciones de plaga en intervalos regulares cada 2-5 años.

    Entender cómo los márgenes de las parcelas agrícolas en estos hábitats profundamente alterados pueden contribuir a regular la abundancia de topillo campesino, así como la escala espacial más adecuada para interpretar esta regulación, es fundamental para implementar estrategias de gestión integral que combinen eficacia y sostenibilidad a través del manejo del hábitat y el control biológico de plagas.

    Científicos de la Universidad Autónoma de Madrid, el Leibniz Institute for Zoo and Wildlife Research (Alemania) y el Grupo de Investigación en Gestión de Recursos Cinegéticos y Fauna Silvestre del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC – CSIC, UCLM, JCCM) han utilizado el particular escenario de las extensas llanuras agrícolas de Castilla y León (España) para analizar a dos escalas espaciales el efecto de los márgenes de los cultivos sobre la abundancia de topillos en función de sus características y la fase del ciclo poblacional del roedor.

     

    El estudio se basó en el análisis de la abundancia de topillo campesino en lindes de cultivos a lo largo de 2 ciclos poblacionales (5 años) y se relacionó con variables ambientales como la estructura vegetal de los márgenes de los cultivos, las características de las parcelas agrícolas adyacentes o la presencia de arroyos o acequias a 2 escalas espaciales: una pequeña, a nivel de “punto de muestreo” (izquierda); y una más amplia, considerando los valores medios de las distintas variables a lo largo de los márgenes de vegetación seminatural (derecha).

    Los resultados han revelado que la escala de análisis más amplia, que considera el conjunto de las cualidades de los márgenes de los cultivos, explica mejor la respuesta de la abundancia poblacional de los topillos, la cual depende además de la fase del ciclo poblacional. De este modo, el efecto más fuerte se produce durante la fase de pico que da lugar a situaciones de plaga, pero una vez alcanzada esta situación de alta densidad general, la abundancia todavía se modula en función de la estructura vegetal de los márgenes de los cultivos.

    En esta fase poblacional, los márgenes de cultivo con alta cobertura vegetal de escasa altura favorecen altas abundancias de topillo, mientras que los márgenes con menos cobertura y de mayor talla, que generalmente se asocian con márgenes de cultivo menos perturbados, propician picos más bajos de abundancia de topillo.

     

    En agrosistemas dominados por la intensificación de la agricultura, los márgenes de vegetación con menos cobertura, pero en la que ésta adquiere mayor talla (asociado con una menor perturbación de la linde), propician una menor abundancia de topillo campesino durante la fase de su ciclo poblacional de mayor crecimiento. Estos resultados demuestran que, a pesar de la elevada densidad de topillos durante la fase de pico poblacional, su abundancia en el paisaje agrario todavía es modulada por características del hábitat.

    En su conjunto, los resultados de este trabajo de investigación sugieren que el mantenimiento de márgenes de vegetación seminatural más estables entre los cultivos contribuye a reducir la intensidad de las plagas de topillo campesino, siendo necesario considerar el potencial efecto generado por este tipo de márgenes o lindes a nivel de paisaje o agrosistema, mejor que basarse en acciones muy localizadas, a la hora de implementar estrategias de gestión eficientes de control de plagas.

    Resultados similares con esta misma plaga se han encontrado en Francia, donde ya se promueve el mantenimiento de lindes amplias, estables y bien vegetadas para fomentar la biodiversidad del medio agrario. Pero estos resultados sugieren que este tipo de lindes también pueden ser útiles para luchar contra las plagas de topillo campesino. En cambio, la alteración a gran escala de cunetas que se sigue usando como sistema de gestión de la plaga en Castilla y León podría incluso ser contraproducente a medio o largo plazo.

    Puedes consultar la publicación de este trabajo de investigación en: