En sistemas agrícolas afectados por las plagas de topillo campesino, el uso que las comadrejas hacen del hábitat se basa en compensar entre la abundancia de presas y el riesgo de depredación. Favorecer la conservación de la comadreja requiere la revisión de los métodos empleados para el control de las plagas de topillo.
La comadreja (Mustela nivalis) es un mustélido especializado en alimentarse de pequeños roedores, como los topillos, a los que puede dar caza incluso dentro de sus propias galerías subterráneas, gracias a su diminuto tamaño. Por otro lado, el pequeño tamaño de este carnívoro lo convierte en presa de depredadores mayores, como el zorro y varias aves rapaces.
Esta peculiar tesitura podría implicar que las comadrejas deben decidir el uso que hacen de los hábitats donde viven en base a dos factores ecológicos determinantes de sus opciones de supervivencia: por un lado, la posibilidad de encontrar abundantes presas de las que alimentarse; y por otro, la facilidad para acceder a refugios adecuados donde ponerse a salvo de sus depredadores.
La comadreja (Mustela nivalis) es un mustélido de pequeño tamaño cuyas poblaciones se encuentran actualmente en declive.
Conocer la forma en que las comadrejas usan sus hábitats es fundamental para la conservación de la especie, cuyas poblaciones se encuentran actualmente en declive, especialmente cuando ésta puede verse amenaza por las actividades humanas. En este contexto, es relevante conocer el tamaño de las comadrejas en relación al de sus presas, ya que éste puede ser un factor limitante tanto para perseguir a los roedores hasta el interior de sus madrigueras como para usarlas de refugio a la hora de escapar de depredadores mayores, sobre todo en entornos en los que otras formas de refugio son muy escasas.
Científicos del Grupo de Gestión de Recursos Cinegéticos y Fauna Silvestre del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC – CSIC, UCLM, JCCM), en colaboración con investigadores de la Universidad de Aberdeen (Reino Unido) y de la Escuela Técnica Superior de Ingenierías Agrarias de la Universidad de Valladolid, han estudiado el tamaño corporal de las comadrejas que viven en los campos dedicados a la agricultura intensiva en Tierra de Campos (Castilla y León, España), así como el uso del hábitat que hacen en este entorno.
Tierra de Campos ha sido colonizada por el topillo campesino, un pequeño roedor que se convierte en plaga temporalmente cada pocos años.
Tierra de Campos ha sido colonizada por el topillo campesino (Microtus arvalis), cuyas poblaciones experimentan episodios de crecimiento exponencial cada 3 años, convirtiéndose temporalmente en una especie plaga que supone impactos ecológicos y socioeconómicos importantes a escala regional.
Durante los episodios de plaga, el control poblacional del roedor se realiza mediante la aplicación de rodenticidas anticoagulantes, la destrucción de los márgenes de los cultivos (lugar donde los topillos –y otras muchas especies de fauna silvestre, incluidas las comadrejas– encuentran una fuente importante de refugio) y/o mediante el control biológico, gracias a la instalación de cajas-nido que favorecen el asentamiento de aves rapaces que, como la lechuza (Tyto alba) o el cernícalo vulgar (Falco tinnunculus), se alimentan de topillos.
El topillo campesino (Microtus arvalis) ha colonizado Tierra de Campos y es causa de importantes impactos ecológicos y socioeconómicos durante los periodos en que se convierte en plaga.
Los resultados obtenidos muestran que tanto los topillos como las comadrejas son especialmente abundantes en los márgenes de los cultivos, en comparación con otros hábitats que ofrecen menos refugio, como los campos de alfalfa o de cereales y los barbechos. Por otro lado, muestran que las comadrejas son menos frecuentes en áreas afectadas por la instalación de cajas-nido para el establecimiento de aves rapaces como medida biológica de control de las plagas de topillo. Por lo tanto, este estudio revela que las comadrejas hacen un uso del hábitat basado en compensar entre la abundancia de presas y el riesgo de depredación.
La evaluación del tamaño –medido como anchura del cráneo tanto en las comadrejas como en los topillos– muestra que los topillos no están a salvo de las comadrejas hembra ni en el interior de sus madrigueras, ya que éstas son significativamente más pequeñas que los machos, pudiendo utilizar además las galerías de los topillos para escapar de sus depredadores.
Los márgenes de los cultivos son un hábitat clave para la comadreja.
Este trabajo revela que los márgenes de los cultivos son un hábitat clave para la supervivencia de las comadrejas en áreas afectadas por la agricultura intensiva. Los efectos negativos para la fauna silvestre derivados del uso de rodenticidas para el control de las plagas de topillo son graves y bien conocidos. Sin embargo, otras medidas alternativas, como la destrucción de los márgenes de los cultivos o la instalación de cajas-nido para el control biológico de los roedores, pueden tener un impacto negativo sobre la comadreja, un mustélido especialista en alimentarse de roedores, al igual que las rapaces favorecidas por las cajas-nido.
La gestión sostenible de la fauna silvestre es una tarea sumamente compleja debido a los múltiples factores que deben tenerse en cuenta. Los resultados de esta investigación revelan la necesidad de una revisión profunda sobre los pros y los contras de las medidas de control de las plagas de topillo, incluso de las que a priori pueden parecer más “ecológicas”, con el fin de evitar efectos adversos sobre determinadas especies que no solo están en declive sino que además, como la comadreja, pueden ser esenciales en la lucha natural contra las plagas de topillo.
Puedes consultar la publicación científica de este trabajo de investigación en:
- Mougeot, F., Lambin, X., Arroyo, B., Luque-Larena, J.J. 2020. Body size and hábitat use of the common weasel Mustela nivalis vulgaris in Mediterranean farmlands colonised by common voles Microtus arvalis. Mammal Research 65, 75-84.