Un estudio llevado a cabo en la provincia de Ciudad Real sugiere que parte del paquete de medidas de gestión aplicadas en los cotos intensivos de caza menor podrían favorecer la conservación del sisón. Sin embargo, se requieren más estudios que evalúen si la concentración de la población de sisones en estos cotos podría acarrear un problema para su conservación.
La suelta de perdices de granja se ha convertido en una práctica habitual en muchos acotados cinegéticos dedicados a la caza menor. Aunque técnicamente pretende reforzar las poblaciones silvestres de perdiz roja (Alectoris rufa) durante la veda, en muchos casos –principalmente en cotos intensivos o comerciales– las sueltas se hacen justo antes de la apertura de la temporada de caza o durante la misma con el fin de aumentar el rendimiento económico de la caza de perdiz.
En España se cazan anualmente entre 2,5 y 4 millones de perdices, unos valores de extracción que, lamentablemente, solo son posibles actualmente debido a la suelta de animales criados en granjas.
A pesar de ser habitual, se trata de una práctica de gestión cinegética controvertida, ya que puede estar asociada a diversos problemas potenciales para las poblaciones silvestres de perdiz roja, como la aparición de alteraciones en el comportamiento, demografía y morfología de los ejemplares silvestres, la introducción y transmisión de patógenos o la introgresión genética.
Además, los problemas potenciales derivados de la suelta de perdices de granja pueden afectar negativamente a otras especies silvestres. Este sería el caso del sisón (Tetrax tetrax), un ave esteparia amenazada y protegida cuyas poblaciones se han reducido casi un 50% a lo largo de la última década en España –donde se concentra el principal núcleo reproductor de la especie– y más del 70% a nivel europeo.
El sisón es un ave esteparia amenazada y protegida cuyas poblaciones se han reducido dramáticamente a lo largo de la última década en España y Europa.
En 2007, un estudio científico identificó la ocurrencia de un nuevo parásito en el sisón que podría tener su origen en la suelta de perdices de granja. Si no se trata de algo anecdótico, esta práctica de gestión cinegética podría constituir una amenaza para la conservación del sisón. Por otro lado, el sisón podría verse favorecido por otras medidas de gestión que suelen realizarse para favorecer a la perdiz roja, como las siembras que no se cosechan o el control de depredadores.
Conocer cómo varían las poblaciones de sisón en relación a las dinámicas espacio-temporales de las sueltas de perdices de granja puede proporcionar información relevante para arrojar luz sobre este asunto, que además sería muy valiosa para la conservación del sisón. Este fue el objetivo que se plantearon un grupo de investigadores liderado por el Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC – CSIC, UCLM, JCCM).
En el estudio también participaron la Universidad del País Vasco, el Game and Wildlife Conservation Trust (Reino Unido) y la Universidad Autónoma de Madrid.
Usando como área de estudio la provincia de Ciudad Real –una de las provincias españolas donde la suelta de perdices de granja es más común, que a su vez es un bastión poblacional para el sisón en la Península Ibérica–, los científicos recopilaron datos sobre el número de perdices de granja liberadas en las sueltas realizadas en el periodo comprendido entre 2002 y 2016, distinguiendo los cotos intensivos o comerciales de los que no lo son. Además, usaron los datos de los censos de sisón realizados en 2005 y en 2016 para estimar la densidad poblacional de la especie.
A nivel provincial, la población ciudadrealeña de sisón disminuyó un 46% entre 2005 y 2016. Pero si disminuimos la escala, se observa que las únicas áreas en las que las densidades de sisón no cambiaron significativamente entre ambos años fueron precisamente aquellas que estaban ocupadas por los cotos intensivos en los que la suelta de perdices había sido más intensa a lo largo de todo este periodo.
Ciertos factores, ya sean relacionados con el hábitat o con la gestión, deben favorecer la abundancia de sisón en los cotos de caza menor donde la suelta de perdices es más intensa.
Al contrario de lo que cabría esperar, este resultado sugiere que en estos cotos intensivos debe haber ciertos factores que favorecen la abundancia del sisón. Por un lado, podría ser que el hábitat de estos lugares sea particularmente adecuado para los sisones. Por otro lado, los cotos intensivos de caza menor suelen aplicar en mayor intensidad que otros cotos medidas de gestión, como la instalación de bebederos y puntos de alimentación suplementaria para perdices, la siembra de forrajeras (cebada, leguminosas) y un intenso control de depredadores oportunistas. Se trata de medidas orientadas a favorecer a la perdiz roja, pero que podrían tener efectos positivos sobre otras aves esteparias, como el sisón.
Estos resultados indican que sería importante identificar las características (de hábitat o de gestión) de los cotos intensivos que tienen un efecto positivo sobre el sisón para optimizar las estrategias de conservación de la especie. Además, sería importante evaluar si realmente existe transmisión de parásitos de las perdices de granja a los sisones puesto que, si ocurriera, la agregación de sisones en cotos intensivos podría estar generando una trampa ecológica para la especie.
Puedes consultar la publicación científica de este trabajo de investigación en:
Cabodevilla, X., Aebischer, N. J., Mougeot, F., Morales, M. B., Arroyo, B. 2020. Are population changes of endangered little bustards associated with releases of red-legged partridges for hunting? A large-scale study from central Spain. European Journal of Wildlife Research 66, 30.