Los subsidios de carroña derivada de ungulados silvestres afectan a la viabilidad del urogallo

    El incremento de las carroñas disponibles para las especies depredadoras debido del aumento en las poblaciones de ungulados puede tener efectos negativos sobre las poblaciones de urogallo pirenaico


    La carroña es un recurso trófico alternativo importante para los depredadores generalistas, que pueden comportarse como carroñeros facultativos según su disponibilidad. Puede, por tanto, ser un alimento especialmente significativo para estos depredadores en hábitats y en momentos del año en que la disponibilidad de presas u otros recursos alimenticios es baja, como sucede en ecosistemas templados y alpinos y en climas fríos.

    La carroña procedente de la muerte natural (por enfermedad y/o inanición) y por depredación de los ungulados silvestres se produce a un nivel relativamente estable durante todo el año. Por el contrario, la carroña derivada de la mortalidad de ungulados relacionada con el ser humano, principalmente debido a la caza (en forma de restos de caza y/o de cadáveres desechados que se quedan en el campo o se depositan en puntos de alimentación suplementaria), ocurre generalmente a finales del otoño y el invierno.

     

    Los ungulados silvestres, como el ciervo (Cervus elaphus) y el jabalí (Sus scrofa), han ampliado sus áreas de distribución y han aumentado en número en Europa en las últimas décadas, lo que ha llevado a un aumento de las bolsas de caza.

    De este modo, la carroña resultante de la caza supone un pulso temporal anual de miles de toneladas de recursos alimenticios complementarios que están disponibles para los carroñeros generalistas durante la escasez invernal de presas, lo que puede afectar a su supervivencia, dietas y comportamiento alimentario y tener una influencia positiva sobre su densidad, distribución y diversidad. Por otro lado, este hecho puede conllevar un impacto considerable sobre las poblaciones de sus presas alternativas cuando la disponibilidad de carroña es escasa, especialmente cuando dichas presas se encuentran amenazadas.

    Un ejemplo de esta situación la podemos encontrar en zonas montañosas del norte de la Península Ibérica en el caso de depredadores carroñeros facultativos como el zorro rojo (Vulpes vulpes) y la marta (Martes spp.), que podrían aprovechar la carroña durante el duro invierno, aumentando su densidad poblacional, y tener mayores impactos posteriores en especies de presa alternativas, como el amenazado urogallo (Tetrao urogallus), cuando la carroña desaparece como recurso trófico complementario.

     

    Las poblaciones de urogallo han ido disminuyendo progresivamente en toda Europa, y de manera especialmente pronunciada en las poblaciones fragmentadas y amenazadas de la Península Ibérica. Esta disminución se ha atribuido, entre otras causas, al impacto de los depredadores generalistas como el zorro y la marta, cuyas poblaciones se han visto beneficiadas por el aumento de la disponibilidad de carroñas de ungulados silvestres.

    Científicos del Grupo de Investigación en Gestión de Recursos Cinegéticos y Fauna Silvestre del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC – CSIC, UCLM, JCCM), en colaboración con investigadores de la Universidad de Lleida y técnicos de TRAGSATEC, el Consejo General de Arán, el Servicio de Fauna y Flora de Cataluña y el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, han estudiado la comunidad de carroñeros en bosques templados habitados por poblaciones relictas fragmentadas de urogallo en el Pirineo de Lleida (norte de España), y han evaluado las especies que actúan como depredadoras de nidos y adultos de urogallo. Finalmente, han analizado si el aumento en la disponibilidad de carroña debido al aumento en la abundancia de ungulados y las bolsas de caza en las últimas décadas podría haber subsidiado a la comunidad de depredadores generalistas durante los períodos de escasez de alimentos.

    Los datos de las bolsas de caza muestran un aumento significativo en el número de ungulados silvestres cazados durante el período de fuerte disminución de la población de urogallo (últimas 3 décadas). Por otro lado, indican que la temporada (fría o cálida), las características del paisaje y las carcasas de ungulados silvestres (carroña) están relacionadas con la composición de la comunidad de carroñeros y su eficiencia de carroñeo.

     

    Además de capturar aves adultas, el zorro y las martas son conocidas como depredadores de nidos y polluelos de urogallo y se han relacionado con impactos negativos sobre el éxito reproductivo de la tetraónida (Foto: Toni Batet).

    Según los registros obtenidos de un total de 37 cámaras trampa ubicadas para la monitorización de carroñas, éstas fueron consumidas principalmente por el zorro, seguido del jabalí y las especies de marta. La actividad de carroñeo estuvo determinada principalmente por la temporada, de modo que ésta fue superior durante el periodo en que se desarrolla la temporada de caza. Por otro lado, gracias urogallos radiomarcados y a la colocación de cámaras trampa en nidos, las martas y el zorro fueron identificados como los principales depredadores de los nidos y adultos de urogallo, sin observarse depredación por parte del jabalí.

    Los resultados de este estudio también muestran que los principales depredadores del urogallo son las mismas especies que consumen principalmente carroña, especialmente en invierno, y que los abundantes recursos de carroña podrían mantener poblaciones más altas de estas especies, aumentando potencialmente la presión depredadora sobre la población de urogallos.

    Los autores del trabajo concluyen que la gestión de la carroña derivada de la actividad cinegética en zonas de distribución de urogallos es una acción de gestión necesaria para reducir la biomasa de carroña disponible y así reducir el impacto de los mesocarnívoros sobre la conservación del urogallo.

    Puedes consultar la publicación científica de este trabajo de investigación en: