¿Causan los plaguicidas aversión en las aves agrícolas a los cultivos tratados?

    Un experimento de campo muestra que las aves granívoras tienden a repeler o evitar las siembras realizadas con semillas tratadas con el insecticida neonicotinoide imidacloprid


    Las semillas tratadas con plaguicidas neonicotinoides como el imidacloprid y los cotiledones (la primera hoja del embrión de la planta) que crecen de ellas pueden representar un riesgo toxicológico para las aves que los consumen. Sin embargo, las aves expuestas a este tipo de productos fitosanitarios podrían cambiar su comportamiento de búsqueda de alimento por la aversión y anorexia provocada, lo que tendría consecuencias en la evaluación del riesgo ambiental de este tipo de insecticidas.

    Para evaluar si el comportamiento de evitación hacia el plaguicida limita la exposición y, en consecuencia, el riesgo para las aves, investigadores del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) de Argentina y del Grupo de Investigación en Toxicología de Fauna Silvestre del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC – CSIC, UCLM, JCCM) han desarrollado un experimento de campo para el que se sembraron tres cultivos con soja en la Estación Experimental Agrícola de Paraná del INTA.

     

    A nivel mundial, el cultivo de soja representó el 13% de la producción de grano de 2020-2021, llegando a 363 millones de toneladas producidas en 129 millones de hectáreas, con Estados Unidos, Brasil y Argentina siendo los principales productores y exportadores del mundo.

    La mitad de la superficie de cada campo se sembró con semillas de soja tratadas con 42 g/100 kg de semilla del insecticida imidacloprid y la otra mitad con semillas sin imidacloprid. Las semillas no enterradas se contaron a las 12 y 48 h. después de la siembra y el número de plántulas dañadas por el picoteo de las aves se registró 12 días después de la siembra. También se estudió la abundancia y riqueza de aves antes, durante y después de la siembra, y 12 días después de la siembra.

    Los resultados muestran que la densidad de semillas no enterradas fue mayor en los cabeceros de las parcelas tratadas que en las parcelas no tratadas, pero no difirió entre las 12 y las 48 h. El daño en los cotiledones de las plántulas fue mayor en las parcelas no tratadas que en las parcelas tratadas. La abundancia y riqueza por hectárea de aves que comen semillas y cotiledones fueron menores después de la siembra, lo que puede indicar un efecto disuasorio de la siembra de semillas tratadas con imidacloprid en las aves.

     

    Los neonicotinoides son insecticidas neuroactivos diseñados a partir de la nicotina. Un trabajo experimental previo con la torcaza, una tórtola de Sudamérica, analizó los efectos de repelencia, anorexia y aversión que provocan las sustancias neonicotinoides en las aves para su consideración en la evaluación de los riesgos ecotoxicológicos.

    Aunque la variación en la densidad de las semillas no enterradas a lo largo del tiempo después de la siembra no permite sacar conclusiones sólidas acerca de la evitación de las semillas tratadas por parte de las aves (debido a factores ambientales como las intensas lluvias durante los días de siembra), los resultados del daño observado en las plántulas sugieren un efecto aversivo de la soja tratada con imidacloprid en las aves.

    Puedes consultar la publicación científica de este trabajo de investigación en: