Asociación negativa entre la exposición a un rodenticida y la condición corporal de los pollos de cernícalo común

    Las plagas de topillo campesino en Castilla y León vienen tratándose de forma rutinaria mediante el reparto de bromadiolona a los agricultores por parte del gobierno autonómico. Se ha comprobado anteriormente que este rodenticida anticoagulante de segunda generación puede causar con alta frecuencia intoxicaciones secundarias en depredadores que consuman roedores que a su vez hayan consumido el cebo tóxico. Sin embargo, había poca información sobre si el tóxico llega a alcanzar a los pollos de rapaces y los posibles efectos subletales que pueda tener en ellos. Como alternativa a este tratamiento químico se está extendiendo el control biológico mediante la instalación de cajas-nido para cernícalos vulgares (Falco tinnunculus) y lechuzas comunes (Tyto alba), depredadores de los topillos, en las áreas altamente deforestadas donde ocurren las plagas de topillos, técnica que también se está extendiendo en varios países con problemas similares.

    En la primavera de 2014, ante una nueva situación de alta abundancia de topillos en Castilla y León, la administración regional repartió bromadiolona en uno de los municipios donde hay instaladas cajas-nido. Se tomaron muestras de sangre de pollos de cernícalos justo antes de su emancipación procedentes de cajas-nido en esta zona y en otra donde no se había repartido bromadiolona desde 2008. Se analizó la sangre para detectar la posible presencia de bromadiolona mediante cromatografía de líquidos acoplada a espectrometría de masas, encontrándose en el 16,9 % de los pollos analizados. Además se encontró que la presencia de este tóxico en los pollos de cernícalo afecta también a su condición corporal, variable importante para la supervivencia posterior de volantones y su potencial reclutamiento a las poblaciones. En este trabajo se discuten varios mecanismos que podrían explicar este patrón, como los efectos fisiológicos directos o una escasez de alimento causada por posibles efectos subletales en las aves parentales que también habrían estado expuestas al tóxico y tendrían menor eficacia aportando presas al nido.

    Los resultados también indican que la bromadiolona, incluso cuando se aplica en una superficie relativamente limitada y dentro de las huras, llega de forma inequívoca a la población de cernícalos de una zona con cajas nido para esta especie. Es decir, incluso cuando se intenta limitar el acceso del rodenticida a otras especies no se impide que los depredadores de topillos lleguen a adquirir el tóxico en una proporción importante. Es posible que el lento efecto del tóxico en los roedores incremente la probabilidad de que los depredadores, el cernícalo vulgar en este caso, capturen más fácilmente presas que hayan ingerido bromadiolona.

    Es remarcable señalar que también aparecieron casos de presencia de bromadiolona en la localidad donde no se repartió el producto tóxico en 2014, aunque con una prevalencia algo inferior, lo que indica que la bromadiolona repartida en campañas anteriores se está usando irregularmente (sin que haya plaga) o ilegalmente (para matar córvidos). Por tanto, el reparto masivo que se viene realizando desde 2007 conduce a problemas crónicos de mal uso del tóxico. Puede incluso que el uso de la bromadiolona como biocida en entornos humanizados afecte a especies que cacen en o cerca de poblamientos humanos, como el cernícalo vulgar.

    POLLOS DE CERNÍCALOEn conjunto, el trabajo evidencia que la bromadiolona usada en medio agrario, incluso con medidas de mitigación de riesgo, será potencialmente peligrosa para los depredadores allá donde se use, no sólo para el cernícalo vulgar, sino también  para el amplio grupo de rapaces, carnívoros y otras especies de vertebrados que también se alimentan de topillos, con lo que su efecto podría estar siendo incluso contraproducente a largo plazo donde se esté usando de forma reiterada y masiva.

    Estos resultados apuntan además a que la bromadiolona puede afectar negativamente a los depredadores de topillos, no solo por la mortalidad directa que puede causar, sino también a través de una reducción en el reclutamiento de jóvenes a las poblaciones. También puede concluirse que bajo ningún concepto deberían usarse rodenticidas anticoagulantes en zonas donde se esté aplicando el control biológico.

    Artículo citado: Martínez-Padilla, J., López-Idiáquez, D., López-Perea, J.J., Mateo, R., Paz, A., Viñuela, J. A. (2017) A negative association between bromadiolone exposure and nestling body condition in common kestrels. Pest Management Science 73:364-370. DOI: 10.1002/ps.4435