STOP la recogida de tortugas moras como mascota

    La recolección de ejemplares de tortuga mora para su tenencia como mascota en Marruecos podría contribuir al declive de sus poblaciones silvestres en uno de los bastiones de la especie en el norte de África


    Un trabajo científico realizado por investigadores del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC – CSIC, UCLM, JCCM) alertaba recientemente de que la depredación de crías y juveniles de tortuga mora (Testudo graeca) por parte de los cuervos podría constituir una importante amenaza para la conservación de la especie en el norte de Marruecos, especialmente si las poblaciones de cuervo continúan su tendencia actual de crecimiento favorecidas por la creciente antropización del medio.

    Pero la tortuga mora, que está catalogada como Vulnerable a nivel mundial, se enfrenta a otras amenazas de conservación. Por ejemplo, a pesar de estar protegida por el convenio CITES –el acuerdo internacional que regula el comercio de especies amenazadas de fauna y flora silvestres– desde 1975, esta tortuga terrestre sigue siendo capturada ilegalmente en sus hábitats naturales y comercializada como mascota en Marruecos, motivo por el cual también se exporta ilegalmente a Europa con frecuencia.

    La tortuga (Testudo graeca) mora es una especie protegida por el convenio CITES desde 1975.

    Para paliar los riesgos de esta amenaza, es necesario entender mejor la dimensión humana del mercado entorno a la tortuga mora en el norte de África. En este sentido, un grupo de investigadores del IREC y el Instituto de Estudios Sociales Avanzados (IESA – CSIC) realizaron recientemente una encuesta a los residentes de la ciudad marroquí de Rabat y de una zona rural próxima ubicada en el bosque de Maamora con el fin de analizar sus valores, percepciones y actitudes en relación a la tenencia de tortugas moras como mascota.

    Los resultados obtenidos muestran que en la zona de estudio es relativamente común tener tortugas mora como mascota. Concretamente, más del 50% de los participantes en el estudio declararon ser propietarios, en promedio, de entre 1 o 2 ejemplares, que en la mayor parte de los casos fueron juveniles. Una extrapolación simple teniendo en cuenta la población total de Rabat permite estimar que, solo en esta ciudad, el número de tortugas moras en cautividad podría oscilar entre los 80.000 y los 126.000 ejemplares.

    Llama la atención la elevada proporción (más del 40% de los casos) de tortugas que los rabatíes recogen en el bosque, su hábitat natural, para tenerlas en casa como mascota. Esta recolección no comercial destaca especialmente en zonas rurales, en las que hasta el 70% de las tortugas que se tienen como mascotas proceden del medio natural.

    Puestos de venta de ejemplares juveniles de tortuga mora (Testudo graeca) en Rabat (Marruecos).

    El estudio también revela que los dueños de tortugas no suelen hacer uso de las fuentes de información disponibles sobre la tortuga mora para familiarizarse con sus características, hábitos y requerimientos. No sorprende por tanto que, como ponen de manifiesto los resultados de este estudio, la mayor parte de los dueños de tortugas no tengan conocimientos adecuados sobre los hábitos reproductivos de la tortuga mora, e incluso les cueste identificar el sexo de sus tortugas. Además, raramente reconocen que una casa con jardín o un apartamento son ambientes inadecuados para la tortuga mora. Todas estas cuestiones hacen muy complicado que los dueños les proporcionen a sus tortugas unos requerimientos mínimos de bienestar que garanticen su supervivencia a largo plazo.

    Resulta interesante también que en general los habitantes de la zona rural conocen mejor que la tortuga mora es una especie de fauna silvestre, tienen más conocimientos sobre la biología y ecología de la especie y son más conscientes de su grado de amenaza. Esto podría explicar que, en la zona rural, los dueños de tortugas suelan devolverlas a su hábitat natural en menos de un año, algo que no es tan frecuente en la ciudad de Rabat. A pesar de que esto podría parecer una buena solución, la realidad es que la liberación de ejemplares cautivos al medio natural podría suponer un problema para las poblaciones silvestres debido a la posible transmisión de patógenos o a la alteración de su estructura demográfica.

    La captura de reptiles como animales de compañía, tanto con como sin fines comerciales, es una de las mayores amenazas para la conservación de especies raras y endémicas. En el caso de la tortuga mora, este trabajo de investigación pone de manifiesto que la recolección no comercial de tortugas moras podría comprometer la conservación de las poblaciones silvestres en Marruecos. Es esencial concienciar a la población de que los animales silvestres no pueden ser mantenidos en cautividad como mascotas para evitar este tipo de problemas. En este sentido, campañas de Educación Ambiental destinadas a la población local podrían tener un impacto positivo sobre la conservación de la tortuga mora.

    Puedes consultar la publicación científica de este trabajo de investigación en: