¿Cuál es la contribución económica de los buitres como recursos naturales de interés turístico?

    La primera estimación del beneficio económico derivado de las contribuciones culturales de las aves carroñeras indica que, solo en los Pirineos, el turismo en torno a los buitres moviliza una media de 4,2 millones de euros al año.


    Las contribuciones no materiales de la naturaleza al ser humano son fundamentales para nuestra calidad de vida, pero son muy difíciles de calcular. En el caso de las aves carroñeras, sabemos que los servicios reguladores que proporcionan a los ecosistemas son fundamentales para la sociedad, en tanto que éstos consisten en limpiarlos de animales muertos que, de otra manera, se convertirían en residuos y fuente de enfermedades.

    Gracias a este papel ecológico se ha estimado que, en España, los buitres pueden eliminar hasta 200 toneladas de huesos y más de 8.300 toneladas de carne putrefacta cada año, lo que supone un ahorro de 1,5 millones de euros para el ser humano. Es más, deshacerse artificialmente de estos residuos conllevaría la emisión de unas 77.000 toneladas métricas de dióxido de carbono a la atmósfera y un gasto para ganaderos, administraciones y compañías de seguros de más de 47 millones de euros anuales.

    Pero además de los beneficios que nos aportan las aves carroñeras al llevar a cabo su función natural en los ecosistemas, los buitres tienen un alto valor por los servicios culturales que nos proporcionan en forma de experiencias recreativas, culturales y educativas vinculadas con el turismo. Avistar a estas aves en su medio natural y/o en los puntos de alimentación suplementaria puede suponer importantes contribuciones económicas para las áreas rurales que acogen este tipo de turismo de naturaleza. ¿Pero cuál es el valor económico de estas contribuciones?

     

    España es uno de los destinos turísticos más populares en Europa para el turismo ornitológico y, en especial, para el vinculado con la observación de rapaces.

    Científicos de la Universidad de Lleida (UdL), la Universidad Miguel Hernández de Elche y el Grupo de Investigación en Gestión de Recursos Cinegéticos y Fauna Silvestre del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC – CSIC, UCLM, JCCM), han cuantificado económicamente, por primera vez en Europa, los beneficios que aportan las actividades culturales relacionadas con los buitres, tomando como modelo de estudio el turismo de naturaleza asociado a las aves carroñeras en los Pirineos.

    España alberga a más del 90% de las poblaciones reproductoras de buitre negro (Aegypius monachus), al 90% de las de buitre leonado (Gyps fulvus), al 88% de las de alimoche (Neophron percnopterus) y al 63% de las de quebrantahuesos (Gypaetus barbatus), por lo que es uno de los destinos más populares para el turismo ornitológico y, en especial, para el vinculado con la observación de aves carroñeras.

    Según sus estimaciones, las actividades turísticas relacionadas con los puntos de alimentación suplementaria para aves carroñeras en estas zonas de Cataluña y Aragón generan un impacto económico de 4,2 millones de euros anuales de media, con un retorno económico a la comunidad local oscila entre 1 y 3,3 millones de euros al año, con una media de 2,2 millones.

     

    Representación esquemática del valor económico de las contribuciones no materiales proporcionadas por las aves carroñeras al ser humano, a través del aprovechamiento de los puntos de alimentación suplementaria para el disfrute de estas aves en los Pirineos.

    Los resultados de este trabajo ponen de manifiesto que si se consideran aspectos como el viaje turístico, el alojamiento, la alimentación, el precio de las actividades de observación de buitres y el tiempo de estancia, se observa claramente que el turismo derivado de la observación y disfrute de las aves carroñeras constituye una importante fuente de ingresos económicos para los municipios rurales que lo acogen. Por lo tanto, lejos de las percepciones negativas que los señalan como “presuntos asesinos” de ganado, los buitres pueden tener un papel relevante para la dinamización de economías deprimidas en zonas de montaña que albergan este importante patrimonio natural.

    «Esto demuestra que las experiencias recreativas y educativas basadas en el turismo relacionado con las aves carroñeras aportan un valor cultural añadido al paisaje regional y suponen una contribución real a los ingresos de las comunidades pirenaicas locales, inyectando beneficios anualmente«, destacan los investigadores.

    Puedes consultar la publicación científica de este trabajo de investigación en: